domingo, 4 de diciembre de 2016

PENSAR "SIN TI NO EXISTO"



                                          "La perfección de la propia 
                                            conducta estriba en mantener
                                            cada cual su dignidad sin
                                            perjudicar la libertad ajena."
                                 
                                                           Sir Francis Bacon


LIBRES DE LA CODEPENDENCIA

La codependencia es una adicción, una toxicidad que se produce en las relaciones interpersonales.
La persona codependiente tiene un patrón de conducta y pensamiento que es completamente disfuncional y que le produce mucho dolor y angustia. Su problema radica en concentrar toda su energía en una sola persona.
Muchas personas han sido abandonadas o fueron criadas por padres que nunca les prestaron atención que necesitaban. Por ejemple, existen papás ausentes que no asisten a ninguna fiesta del colegio, a a aquellos partidos de fútbol que para uno son sumamente importantes; madres que no están a nuestro lado cuando nos casamos o cuando nace nuestro hijo...y así es como transcurren momentos de la vida en los que sentimos que no somos reconocidos ni valorados.

Cuando los seres humanos no somos reconocidos ni valorados, al llegar a la edad adulta nos convertimos en personas codependientes, y sin darnos cuenta nos volvemos adictos a la aprobación de la gente. Caemos en la trampa de pensar "sin ti no existo".

"La Ley del Pigmalion", Ley que establece que la expectativa que ponemos en el otro, la otra persona la tiende a realizar. Si esperas del otro un éxito, éxito es lo que generará. Si sentencias al otro con un resultado caótico, así serán los resultados que obtendrá.

                                             Somos aquello en lo que creemos.
                                                                      Gilbert Chesterton

El gran problema de muchas personas hoy, es que nadie les transmitió expectativas, no han sido validados ni se ha puesto fe en la capacidad y el potencial que está dentro de ellos.

Validar es especialmente importante en las relaciones familiares. La validación que recibimos de las personas que han desarrollado roles de autoridad puede marcarnos positiva o negativamente. Cuando somos niños, el mensaje más fuerte que necesitamos recibir es que nuestros padres están con nosotros, que nos aman. Pero cuando somos adolescentes, el mensaje que requerimos es diferente; no es que no necesitemos amor sino que en esta etapa la confianza se hace imprescindible, y necesitamos escuchar de nuestros padres: yo creo en ti. El adolescente comienza a cuestionar las afirmaciones de los adultos y quiere comenzar a "probar" si es cierto. Necesita de esa prueba y error que luego acompaña a los hombres y mujeres durante toda la vida.
El mensaje que nos dan nuestros padres cuando comenzamos a tomar nuestras propias decisiones y a equivocarnos es vital, puede habilitarnos o deshabilitarnos. Este mensaje estará relacionado directamente con el sentimiento que experimentaremos frente a un fracaso o error en nuestra vida adulta. Por eso, es importante darles nuestra confianza a los adolescentes, y si se equivocan mostrarles que no es el fin del mundo, sino sólo un error; después de todo, de ellos se aprende...


CUANDO VALIDAMOS PREDISPONEMOS AL OTRO EN FORMA POSITIVA: "POSITIVIZAMOS"

Cuando el otro confía en nosotros y nos transmite su entusiasmo en nuestro proyecto, esa confianza nos habilitará a arriesgarnos. Nuestro sistema límbico acelerará la velocidad de nuestro pensamiento, y nuestra lucidez, energía, eficacia y eficiencia se incrementarán a pasos agigantados.

Si tus padres o tu jefe desarrollan sobre ti un alto concepto, y te lo hacen saber, es muy probable que exhibas un alto desempeño; pero si desconfían todo el tiempo de tu capacidad, y las expectativas que tienen en cuanto a tu rendimiento son bajas, probablemente termines cometiendo un error y los resultados que obtengas serán negativos.

Validar es ponerle un diez a las personas que te rodean.
Es buscar el aspecto positivo en el otro y enfocarse allí.
Validar es una decisión que mantiene tu salud emocional.
Los resultados y las respuestas que obtengamos dependerán en gran medida de la confianza que haya sido depositada en nosotros.

Por eso, quiero decirte que mentor no es aquel que te palmea el hombro y te dice a todo que sí, sino aquel que te estimula, te presiona y te exige para que des a luz lo mejor de ti mismo, aquella persona que te dice: yo creo en ti, sé que vas a lograr más de lo que has logrado.

Aquellas personas que están huérfanas de confianza en sí mismas, tendrán conductas conforme al nivel de expectativas que poseen.

Necesitamos buscar mentores, líderes, amigos, personas que confíen en nosotros, que impartan un nivel de expectativas extra al que podamos recibir diariamente, que estén esperando ver nuestros mayores éxitos. Al rodearnos de estas personas iremos superando gradualmente las trabas que aprendimos a ponernos desde chicos

Cuando más grande es la confianza del líder sobre tu vida, cuanto más grande sea la capacidad con la que tus maestros sepan desafiarte, cuanta más estima sobre tu vida tengan tus padres, mejores y mayores logros serán los que produzcas en tu vida.

                                                   La imagen que tu hijo tiene de si mismo 
                                                   es el resultado directo del tipo de 
                                                   estímulos que recibe de ti cotidianamente.

                                                                                      Wayne Dyer

Todos necesitamos que alguien nos valide, un mentor, alguien que nos transmita estímulo, valor, coraje sobre nuestro espíritu y nuestras emociones...

La fe en mi mismo tiene que ser impartida por otro, por aquel que está delante de mi en la carretera. Necesitamos saber que alguien cree en nosotros, y está esperando ver algo que todavía no logramos pero que sabe que somos capaces de hacer. Alguien tiene que creer en mí, alguien tiene que esperar de mí mi mejor protagónico.

La confianza en uno mismo no cae del cielo, ni aparece sola, sino que se forma al oir y recibir palabras de aliento, de sabiduría, de afirmación, de estima, de estímulo, de validación, y de sentir que realmente somos personas capaces de alcanzar todo lo que nos proponemos. Pero esto no significa convertirnos en personas codependientes.

                                                       Si crees totalmente en ti mismo,
                                                       no habrá nada que esté fuera de
                                                       tus posibilidades.

                                                                                         Wayne Dyer 


TU ERES TU Y YO SOY YO

Veamos ahora qué es lo que le sucede a una persona codependiente y sus características.

Podemos definir a un codependiente como una persona adicta a la gente. Por ejemplo, las mujeres y hombres que necesitan tener a su lado a un hombre o mujer sin importarles el trato que reciben de él; o los hombres que necesitan juntarse con sus pares y contar todos sus éxitos amorosos esperando que alguien valide su estima.

El abandono, la desaprobación y el menosprecio forman personas dependientes de aprobación y se aferran a la trampa mental de pensar "sin ti no existo".


  • La codependencia elabora pensamientos falsos tales como los otros valen, yo no; ¿qué van a pensar si voy yo?. Tus emociones se mezclan y no haces lo que realmente quieres sino lo que los otros sugirieron que es mejor para ti. Y dejar que sea el entorno quien decida sobre tu vida, la dependencia aumenta determinándote a vivir bajo los mandatos, decisiones y emociones de los demás. Y vives pensando cómo hacer para gustarle a otros.
  • La codependencia te convierte en una persona insegura y miedosa.
  • La codependecia te conduce al autoboicot.
  • La codependencia no te permite alcanzar las metas que te propones.
  • La codependencia determina que tus decisiones sean ilusorias y no estén basadas en metas concretas y cuantificables.
  • La codependencia te mantiene inerte y solo te permite permanecer y subsistir. Necesitamos de la imaginación para vernos en nuestro futuro, pero no podemos usar la imaginación para analizar nuestro presente. La fantasía es el principal hilo conductor de las decisiones erróneas, te hace decidir según las emociones y no de acuerdo con los hechos.
  • La codependencia te lleva a detenerte siempre en el mismo conflicto. Si el problema o la dificultad se repite una y otra vez en tu vida, el contratiempo no es el problema, sino el conflicto que tu tienes con ese problema. Por ejemplo, si eres una persona que contrae una deuda detrás de la otra, el problema no es la deuda, sino la mala administración que tienes del dinero. Hasta que no resuelvas el conflicto que tienes con el dinero, las deudas seguirán afectando tu economía.
  • La codependencia te hace vivir en el desánimo y en el descrédito de tus propias capacidades, y cuando una persona no cree en sí misma lentamente destruye su potencial y toda su capacidad innovadora y creativa capaz de generar nuevos logros y nuevas metas.
  • La codependencia te hace pensar que el error y el fracaso son el escalón final de tu vida y la última oportunidad que tuviste. Y sin darte cuenta comienzas una vez más a poner excusas para todo, te alejas de tu propósito y todo queda solamente en meros sueños. Las excusas se convierten en trabas que te inmovilizan y terminan matando tus metas. Personas que han crecido huérfanas de confianza en sí mismas cometen los mismos errores vez tras vez. Si estás leyendo este libro estas líneas es porque sabes que tu destino no es ni la codependencia, ni el fracaso, sino un futuro lleno de resultados extraordinarios.
  • Dentro de ti están las capacidades y habilidades que necesitas para alcanzar tu sueño, el potencial dispuesto a diseñar los mejores planes y la aptitud y la actitud que precisas para llegar a la cima.
  • Las respuestas que estás buscando, la solución a ese conflicto que te parece imposible de resolver están dentro de ti. Sólo necesitas creerlo u hablarlo para entrar y alcanzarlo. ¡Acción!, ¡Acción!.
  • Sé libre de la codependencia y serás libre para elegir tu propio estilo de vida. Ser libre de la gente quiere decir que nadie más podrá lastimar tus emociones, ni indicarte qué vida debes vivir.
                                               Si tomamos a los hombres tal como son 
                                               los haremos peores de lo que son,
                                               pero si los tratamos como si fueran
                                               lo que deberían ser,
                                               los llevaremos hacia donde todavía
                                               no han llegado.
                                                                         Johan Wolfgang Goethe

"¿Qué he de hacer para amoar a mi prójimo?, preguntó el discípulo al maestro. "Deja de odiarte a ti mismo", respondió este.
El discípulo meditó larga y seriamente estas palabras y regresó a decirle al maestro: "Pero si yo me amo demasiado a mí mismo...Soy un egoísta y un egocéntrico...¿Cómo puedo liberarme de mi egoísmo?"
"Sé amigo de ti mismo, y tu yo quedará satisfecho y te dejará en libertad para amar a tu prójimo".

                                                                                Anthony de Melo

Comienza a creer en ti y no te autoboicotees...


HAY UNA COSA CURIOSA EN LA VIDA: SI SOLO ACEPTAS LO MEJO, CON FRECUENCIA LO OBTIENES. (WILLIAM SOMERSET MAUGHAM)

Necesitas saber que puedes encontrarte con personas que permanentemente van a añadir a tu vida estímulo, buen trato, palabras de aliento y de sabiduría y con otras que siempre te hablarán palabras de desánimo, menosprecio, maltrato y traición. Unos se alegrarán con tus logros, avances y proyectos, mientras que a otros les molestará tu adelanto y prosperidad. Gente que sabe amar y alentar y gente que lo único que aprendió es a odiar y a lamentarse de su circunstancia.
Dicen las estadísticas que de cada 12 personas, una te va a traicionar, pero no te preocupes, porque 11 te van a amar. Por eso, si una te traicionó, existen 11 más que están contigo y que te ayudarán a superar cada traba. Entonces, no te concentres en la que te traicionó, ni en el dolor. Sé libre de la gente. Nadie puede quitarte ni robarte nada, a menos que se lo permitas. Aprende a festejar, a gozar, y te sorprenderás al ver que todo aquello que disfrutas se multiplica en grande.

Hay principios que funcionan y este es uno de ellos: todo lo que celebres, se quedará en tu vida y se multiplicará; lo que no celebres, se irá.

Todo lo que poseas, si puedes darlo, no te poseerá; pero todo aquello (ya sean pensamientos u objetos) que no puedas solta, tendá poder y dominio sobre ti.

Cuando una persona que sabe a dónde va, que sabe lo que quiere, y que tiene metas claras, pierde un objeto, un cargo...




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