Desde que surgió la vida en la tierra ésta es una capacidad propia de todo lo animado, desde la ameba más modesta y humilde hasta el más evolucionado de los hombres. Es que últimamente, en lugar de continuar embutiéndonos ideas, interpretaciones y patrones de conducta, la psicoterapia y, en particular, la terapia gestáltica han comenzado a proclamar la capacidad de darse cuenta como el agente curativo más importante. De hecho es una propiedad que todos tenemos, y que unos más y unos menos, hemos ido perdiendo en el transcurso de nuestro crecimiento. El darse cuenta de un recién nacido se limita a algunas necesidades de orden fisiológico y de afectos generales, como agrado y desagrado. A medida que se va creciendo y el mundo va creciendo para el individuo, también aumenta su capacidad de darse cuenta. Tengo tal o cual apetito. Siento tal o cual emoción. Hasta aquí el fenómeno se presenta como algo sencillo. Luego vienen las relaciones interpersonales, el grupo, la sociedad, los parientes. Ellos me imprimen sus deseos y expectativas y yo les imprimo los míos. Finalmente, la vida social - es decir la vida en una sociedad - termina por moldearme, por conformarme de acuerdo a su modelo, me compenetro de sus ideales, de sus reglas, de sus exigencias, y acabo identificándome enteramente con ella y muy posiblemente divorciado de mí mismo (excepto tal vez por esos molesto dolores de cabeza, esos resfríos frecuentes, esas depresiones o esos problemas a la columna, etc. que me permiten faltar a mis deberes habituales), además de manejado por las necesidades ficticias que me crea la publicidad y por lo tanto amargado con mi existencia ya que no puedo ni tener, ni hacer todo lo que quiero, o no me puedo liberar de las cosas que quiero, o no me puedo relacionar con las demás personas del modo que quiero, o no puedo sentir las cosas que quiero, o quisiera, sencillamente, ser otra persona de la que soy. En este punto la cosa ya no es tan sencilla. De todo lo mucho que me doy cuenta, no sé qué es mío ni qué proviene del mundo. No sé que es real, ni sé qué es fantasía. No sé si vale o no la pena, no sé si voy a poder salir adelante o no.
La terapia gestáltica puede desenredar la madeja. Para comenzar a colocar las cosas en su sitio dentro de mí y en los demás. Esto es recuerdo, esto es aquí y ahora. Esto es proyección, esto es mío. Esto es emoción, esto es intelectualización. Esta es mi mano, esta es la tuya.
También sirve para explorar la infinidad de modos de expresarme con el cuerpo que tengo. Sirve para explorar la increible capacidad creativa que está en cada uno de nosotros al asumir que somos un rosal, somos un pez en el agua, y también somos un demonio.
A mi modo de entender, el hombre como especie tiene tres capacidades peculiares que lo distinguen. Su fantasía o imaginación, su capacidad de moldearse a distintas situaciones o plasticidad, y su capacidad de comunicarse.
Yo hago lo mío y tu haces lo tuyo.
No estoy en este mundo para llenar tus expectativas.
Y tu no estás en este mundo para llenar las mías.
Yo soy yo y tu eres tu.
Y si por casualidad nos encontramos, es hermoso.
Si no, no puede remediarse.
Fritz Perls (1893-1970)
Creador del enfoque gestáltico
Gestalt es un término aleman sin traducción directa al castellano, pero que aproximadamente significa "forma", "totalidad", "configuración". La forma o configuración de cualquier cosa está compuesta de una "figura" y un "fondo". Por ejemplo, en este momento para ti que lees este texto, las letras constituyen la figura y los espacios en blanco forman el fondo; aunque esta situación puede invertirse y lo que es figura puede pasar a convertirse en fondo.
El fenómeno descrito, que se ubica en el plano de la percepción, también involucra a todos los aspectos de la experiencia. Es así como algunas situaciones que nos preocupan y se ubican en el momento actual en el estatus de figura, pueden convertirse en otros momentos, cuando el problema o la necesidad que la hizo surgir desaparecen, en situaciones poco significativas, pasando entonces al fondo.
Esto ocurre especialmente cuando se logra "cerrar" o concluir una gestalt; entonces esta se retira de nuestra atención hacia el fondo, y de dicho fondo surge una nueva gestalt motivada por alguna nueva necesidad. Este ciclo de abrir y cerrar gestalts es un proceso permanente, que se produce a lo largo de toda nuestra existencia.
El Enfoque Gestáltico (EG) es un enfoque holístico; es decir, que percibe a los objetos, y en especial a los seres vivos como totalidades. En gestalt decimos que "el todo es más que la suma de las partes". Todo existe y adquiere un significado al interior de un contexto específico; nada existo por sí solo, aislado.
El EG es un modo de llegar a estar en este mundo en forma plena, libre y abierta, aceptando y responsabilizándonos por lo que somos, sin usar más recursos que apreciar lo obvio, lo que ES.
EL DARSE CUENTA: este es el concepto clave sobre el que se asienta el EG. En pocas palabras, darse cuenta es entrar en contacto, natural, espontáneo, en el aquí y ahora con lo que uno es, siente y percibe.
AQUÍ Y AHORA: El pasado y el futuro son nuestras concepciones acerca de lo que precedió al momento presente y lo que presagiamos que seguirá a lo actual. Y todo este adivinar ocurre AHORA.
El ahora es el presente, aquello de lo que me doy cuenta. Ya sea que estemos recordando o anticipando, lo estamos haciendo ahora.
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